De mis recuerdos de infancia… La laguna de Gallocanta
(La laguna de Gallocanta se encuentra en medio del Sistema Ibérico, en una planicie a mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Se trata de una gran depresión de tipo endorreico-estepario que empezó a formarse a finales de la Era Terciaria (hace unos dos millones de años y siguió desarrollándose durante toda la Era Cuaternaria.)
De mis recuerdos de infancia. La laguna de Gallocanta
Eran días dorados aquellos años del pasado; cuando yo empecé a crecer y aún no tenía seis años.
Vagos recuerdos del ayer me vienen a la memoria, en un pueblito pequeño llamado Bello.
Nostalgia de las risas, juegos y de aquel que fue, era y es mi pueblo.
En mi recuerdo murmura, el aleteo de aves migratorias.
Grullas, fochas y otras aves, levantando de las aguas en las que ellas se reflejan, con su agitado constante al vuelo elevan sus cuerpos al cielo.
Mirando cómo se alejan, marcan el camino cual una flecha.
Un soplo de aroma, que en el aire se respira. Armoniza con destellos de luz emanados por la sal, el sol y la brisa.
(La laguna de Gallocanta se encuentra en medio del Sistema Ibérico, en una planicie a mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Se trata de una gran depresión de tipo endorreico-estepario que empezó a formarse a finales de la Era Terciaria (hace unos dos millones de años y siguió desarrollándose durante toda la Era Cuaternaria.)
De mis recuerdos de infancia. La laguna de Gallocanta
Eran días dorados aquellos años del pasado; cuando yo empecé a crecer y aún no tenía seis años.
Vagos recuerdos del ayer me vienen a la memoria, en un pueblito pequeño llamado Bello.
Nostalgia de las risas, juegos y de aquel que fue, era y es mi pueblo.
En mi recuerdo murmura, el aleteo de aves migratorias.
Grullas, fochas y otras aves, levantando de las aguas en las que ellas se reflejan, con su agitado constante al vuelo elevan sus cuerpos al cielo.
Mirando cómo se alejan, marcan el camino cual una flecha.
Un soplo de aroma, que en el aire se respira. Armoniza con destellos de luz emanados por la sal, el sol y la brisa.
Es mi laguna preciosa donde mis hermanos y yo jugábamos y nos bañábamos.
De mis recuerdos de infancia, la laguna de Gallocanta.
De mis recuerdos de infancia, la laguna de Gallocanta.
Al MAR LE CUENTO
En el porche de mi casa cuelga una gran terraza, con plantas y flores de diferentes especies, unos rosales trepadores, la flor del Príncipe… ¡mi preferida por excelente! Y otras de gran variedad...
Con unas vistas al mar ¡que impresionan de galanes!
¡Diviso las olas del mar! Que irradian la luz de la luna…
¡Esta noche luce muy intensa!, el mar refleja una aurora plateada que desliga mucho encanto.
¡Hoy es un día triste!...
Tras de mi cerré una puerta… la cual jamás abriré.
Termine con un amor, de una persona querida.
Las lágrimas inundan mi vista…
Pero viendo esta noche brillantemente plateada...
¡Mi esperanza se conforta y me despeja la mente!
Pensé… viendo en esta noche callada…
¡La vida no es sino un caminar, para mirar hacia delante…
Para crecer como persona de lo aprendido en este largo recorrido!
¡El mar me alienta y me calma como un bálsamo de confianza!
Una pronunciada y grata sonrisa me devuelve la brisa…
Gracias a ti noche de luna… gracias a ti por sosegarme…
Al mar le cuento mi desdicha.
Al mar le cuento mi desdicha.
Caída al vacío sujeto por unos hilos un trozo de tela.
¡Fascinante!, era la primera vez que lo hacía.
La respiración se aceleró en la tentativa, el pulso se aceleró y pulverizo mis sentidos, el inconsciente desasosiego a la caída batalló por salir y convertirlo en un ser gimiente y despavorido hasta clamar en un grito.
debajo de mí, una inmensidad inabarcable de vacío, en el estómago la sensación de una caída tremendamente estresante, perdurable inclusive al infinito.
El miedo dejó de esclavizarme el corazón en un instante, al ver debajo de mís pies, ¡el manto más hermoso que dios alguno pudiera haber tejido!, un tapiz de un abanico de colorido colosal ¡cuajado en el final de un abismo!
Sentí mí pequeñez, mí insignificancia, ante la inmensidad en la que se hallaba inmersa...
¡de existir, de formar parte de toda esa inabarcable inmensidad belleza!
¡de existir, de formar parte de toda esa inabarcable inmensidad belleza!
Me hacía sentir una pieza indispensable de aquella colosal manta tejida de variedad de tintadas, a formar parte del entrelazado telar conformado, ¡consolidado en el todo!.
Es nuestro planeta tierra...
Es nuestro planeta tierra...
¡Somos una de las piezas del todo divino!
Cuando yo te abrazo, no te abrazo sola...
Te abraza el viento que es mí suspirar por ti…
También te rodeo con el fuego… de la pasión que arraigó muy dentro.
El agua de mi piel es mi aroma… que se impregna en ti.
El rojo de mis labios que al besarte… se estremecen en adhesión.
La tierra es el complemento que nos viste… la que me dice que no puedo estar sin ti, ¡La qué me arraiga en ti!
.
.
El relámpago que salió de tu corazón al mío… cual tormenta de pasión.
¡Así me siento yo por ti, mi amor!
Todo esto en unas vacaciones.
Era un 1, del mes de julio y el termómetro marcaba 36 grados centígrados. De vacaciones, en Málaga, mi amiga Julia y yo, en el hotel de al lado del río Guadalmedia.
En nuestra habitación nº 236, me eché una siesta.
Julia se había arreglado y me despertó diciendo:
- Marchamos a la fiesta. ¡Venga!
En la cena, se había sentado a mi lado un hombre muy atractivo. Su mirada y la mía se cruzaban, había una complicidad mutua.
Al ponerme vino en la copa, se le derramo unas gotitas en el borde de la mesa y por si me había manchado inclino su cabeza. Deslizo su mano por mi pierna acariciándola, clavo su la mirada en la mía.
Sin pensar, subimos a su habitación ¡mi sexo y el suyo se unieron en pasión!
Era un 1, del mes de julio y el termómetro marcaba 36 grados centígrados. De vacaciones, en Málaga, mi amiga Julia y yo, en el hotel de al lado del río Guadalmedia.
En nuestra habitación nº 236, me eché una siesta.
Julia se había arreglado y me despertó diciendo:
- Marchamos a la fiesta. ¡Venga!
En la cena, se había sentado a mi lado un hombre muy atractivo. Su mirada y la mía se cruzaban, había una complicidad mutua.
Al ponerme vino en la copa, se le derramo unas gotitas en el borde de la mesa y por si me había manchado inclino su cabeza. Deslizo su mano por mi pierna acariciándola, clavo su la mirada en la mía.
Sin pensar, subimos a su habitación ¡mi sexo y el suyo se unieron en pasión!
Al amanecer descanso tomando mi mano y pidiéndome en matrimonio.
¡Algo muy hermoso!... Hoy es mi marido.
¡Algo muy hermoso!... Hoy es mi marido.
Un mar de dudas
Buceando en un océano de obstáculos,
Buceando en un océano de obstáculos,
incidiendo a las profundidades y elevándose de
nuevo hacia la luz de la superficie
.
La imaginación le alienta y el deseo le seduce.
Ante las avenencias de la vida y seleccionando
con poder y sentido común. Incertidumbres que
le genera temor, es la fortaleza interior positiva,
le hace ser valiente ¡no achica!.
El error está en lo que no nos preguntamos
,
residimos alimentando unas incertidumbres lo
que nos genera la duda, puede ser el principio
de una obsesión, de una fase emocional,
inmovilizándonos por el miedo, de proceder y vivir
coherentemente con lo que se cree, este bien o mal.
Es nuestra historia, la del mundo.
Somos marionetas
EL instinto me dice………..que en la piel, se van editando el pasado de nuestras vidas.
Los hilos que manejan nuestras alas, ¡pesadas como plomo!...
Son las que remachan nuestras vidas fraguadas por gobiernos.
Estructuras de vida creadas para satisfacerles a ellos, ¡a unos pocos!
Estructuras de vida creadas para satisfacerles a ellos, ¡a unos pocos!
Vacíos de intolerancia y humanidad, importándoles las personas, con afán de recoger y trabajar poco.
¡Parásitos demoledores que acaban con todo!
¡Pero que más les da, si ellos son los que mandan!
¡Pero que más les da, si ellos son los que mandan!
No tienen que responder.
¡Es así de sencillo!…
¡Lo tienen todo ya ganado!...
Con solo siete años trabajando ¿?
Más bien… (Recogiendo) y…
¡A vivir que son dos días!
La ventana oval
La luz gratifica la sala, la impregna y la colma.
En el centro de la sala, una mesa y sobre esta un libro entreabierto en la página sesenta.
Me asomo a la ventana y la alegría inunda la vida, halos de belleza impregnan en tanta excelencia, de un paisaje de montañas que traslucen un secreto.
La luz gratifica la sala, la impregna y la colma.
En el centro de la sala, una mesa y sobre esta un libro entreabierto en la página sesenta.
Me asomo a la ventana y la alegría inunda la vida, halos de belleza impregnan en tanta excelencia, de un paisaje de montañas que traslucen un secreto.
Su estampa seductora, detrás de esa ventana.
La desazón me hace rendirme ante esa fotografía de la página sesenta.
La desazón me hace rendirme ante esa fotografía de la página sesenta.
Es el incógnito de la ventana ovalada de la casa en la que yo vivo. Es lo oculto de la vida, de nuestra existencia.
¡Mientras creas que el lazo que une a dos términos y más preciado entre tu mundo y el mío es el arco iris!...
¡Mientras creas que el lazo que une a dos términos y más preciado entre tu mundo y el mío es el arco iris!...
Que el sol, nos dibuja la alegría de la vida, que la luna resplandece en plenitud lindeza, que las nubes son de gran colorido y que las estrellas tiritan en el lejano cielo.
¡La ventana mágica siempre estará abierta a la ilusión, a la esperanza!...
¡¡¡NO LA PERDAMOS NUNCA!!!.
Carta a cupido o Eros
Queridísimo cupido.
Con tus habilidades como arquero, lanzaste una flecha,
que fue a dar en el hondo de mi corazón.
¡Pero por Dios te pido!...
que fue a dar en el hondo de mi corazón.
¡Pero por Dios te pido!...
No vuelvas a lanzarla, no me atrapes en tal confusión.
Ya que el amor, confunde de ilusiones y de pasión llena el
corazón.
"El amor no puede crecer sin pasión" ¡es obvio!...
Ya que el amor, confunde de ilusiones y de pasión llena el
corazón.
"El amor no puede crecer sin pasión" ¡es obvio!...
Pero no lo hagas, te insto...
Queridísimo cupido, ¡por Dios y por favor!..
.
No llames más a mi puerta o me perderé en la pasión.
“El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu, por eso
pintan ciego al alado Cupido".
P.D. Deja de juguetear Eros…
¡¡ Que eres como un niño!!
Queridísimo cupido, ¡por Dios y por favor!..
.
No llames más a mi puerta o me perderé en la pasión.
“El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu, por eso
pintan ciego al alado Cupido".
P.D. Deja de juguetear Eros…
¡¡ Que eres como un niño!!
Nadie muere realmente.
Los que nos quedamos en la tierra nos agarramos fuerte a ella, pero los que la dejaron, ¡respiran paz y gloria!
Ahora son felices y creo en el que un día…
De aquellos vagos recuerdos, nos dejaron algo más…
A saber valorar la vida, a respetar y a seguir caminando con dignidad, sencillez, a no perder la ilusión, a valorar la vida, a ser felices como ellos lo hicieron.
Porque aunque no lo creamos,¡ ellos nos ven desde el cielo!
Desean y nos piden ¡que estemos bien y contentos!
Desean y nos piden ¡que estemos bien y contentos!
Nadie muere realmente, porque ellos están en nuestras mentes, en nuestro recuerdo y en las cosas sencillas de nuestras vidas.
¡Nadie muere realmente!...
Porque en el recuerdo…
¡estarán para siempre!
¡estarán para siempre!
Alas en los sueños
Quizás esa niñita que llevas dentro, susurre entre sueños y regrese a los recuerdos de su niñez.
La casa caldeada por la chimenea y con los piececillos cubiertos por gruesos calcetines de lana, salte de la cama y me puse en pie.
La taza de porcelana, cola Cao con leche, tortitas fritas de masa de horno de la panadería, que me hacía fritas mi madre.
Quizás esa niñita que llevas dentro, susurre entre sueños y regrese a los recuerdos de su niñez.
La casa caldeada por la chimenea y con los piececillos cubiertos por gruesos calcetines de lana, salte de la cama y me puse en pie.
La taza de porcelana, cola Cao con leche, tortitas fritas de masa de horno de la panadería, que me hacía fritas mi madre.
Cuadernos de caligrafía, de mates de la editorial “Rubio” para la señorita, nunca me olvido de mi lapicero de carboncillo número dos.
Amiga Marian, siempre con bromas, jugaba a tirarme la goma de borrar y siempre le pillabán lanzándomela, terminaba castigada ¡porque no podía estar quieta! (que niña más trasto eras)…
Amiga Marian, siempre con bromas, jugaba a tirarme la goma de borrar y siempre le pillabán lanzándomela, terminaba castigada ¡porque no podía estar quieta! (que niña más trasto eras)…
¡Qué días de colegio aquellos!...
A un recuerdo la estufa de carbón en la clase, con el suelo alrededor negro…
¡Ah! y la primera vez que nos dieron leche en polvo ¡que rica!
He despertado… y no es sino que recuerdos de otros tiempos y en mis sueños.
He despertado… y no es sino que recuerdos de otros tiempos y en mis sueños.
Como un jardín con su fragancia y su esencia
En un día tempestuoso de abril, un vaporoso goteo en el cristal de la ventana de la habitación donde yo escribía.
En un día tempestuoso de abril, un vaporoso goteo en el cristal de la ventana de la habitación donde yo escribía.
Había cincelado cuatro líneas de relatos cortos.
Ensimismada en ello, escuchaba el sonido del tundir en el cristal, sacudía con entusiasmo cada vez más.
Mi imaginación y el pensamiento se centraron en ello, durante unos instantes un profundo sentimiento latente de amor a la naturaleza viva.
Mi imaginación y el pensamiento se centraron en ello, durante unos instantes un profundo sentimiento latente de amor a la naturaleza viva.
Esa situación evoluciono en algo muy profundo.
El camino recorrido en ese instante me llevó evolucionar en los recuerdos de mi infancia, de la primavera que colmaba de color e impregnaba de sutil fragancia, el árbol que germinaba tallos nuevos y las flores, que despuntaban en desiguales contrastes de alegres coloridos.
Como los brotes nuevos, aparecía el recuerdo de las amistades de infancia, percibí que lo más perfecto e significativo ¡es la amistad!.
El camino recorrido en ese instante me llevó evolucionar en los recuerdos de mi infancia, de la primavera que colmaba de color e impregnaba de sutil fragancia, el árbol que germinaba tallos nuevos y las flores, que despuntaban en desiguales contrastes de alegres coloridos.
Como los brotes nuevos, aparecía el recuerdo de las amistades de infancia, percibí que lo más perfecto e significativo ¡es la amistad!.
Como un jardín con su fragancia y su esencia ¡la cual tengo que mimar, cuidar y cultivar!
En atardeceres lluviosos ¡cuántas reflexiones y pensamientos nos sobre cogen!
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