El espíritu de la esperanza
Cuando abandonas tu alma la carne muere.
Puertas que se cierran tras de sí, llenas
de alegrías y tristezas.
La vida se hace caminando, mirando
siempre al frente, sin volver la vista atrás.
Cuando todo no sale como uno quisiera.
Cuando las penas son mayores que las alegrías.
Cuando nos sentimos impotentes por no
poder hacer nada.
Cuando te sientes impotente ante las
adversidades de la vida.
Detente, respira hondo, y calma tu ira…
Busca en lo más interno de tu ser, siempre la esperanza, la paz que transporta tu
espíritu, tu esencia.
Da alegría a los que te quieren, a los
que realmente te necesiten en tu entorno.
Disfruta de la ilusión, de la fantasía,
de la magia de lo que merece la pena vivir, de las personas nobles de alma,
Nunca nos abandonemos, ni flaqueemos.
La vida nos enseña, y con ello
aprendemos.
La vida está llena de alegrías, son momentos que tan solo saboreamos una vez, Llenos
de satisfacción, se respiran unos minutos de felicidad.
Pero nos queda el recuerdo de algo admirable.
Nunca perdamos la alegría del espíritu, porque si la perdemos morirá la ilusión, la
esperanza, la fe, y con ello enfermaríamos, envejeceríamos, y el cuerpo moriría.
Cuando abandonamos el alma, la carne
muere.
Elena Peyrolón
Elena Peyrolón