Relatos cortos...

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Relatos cortos

domingo, 20 de octubre de 2013




El espíritu de la esperanza

Cuando abandonas tu alma la carne muere.
Puertas que se cierran tras de sí, llenas de alegrías y tristezas.
La vida se hace caminando, mirando siempre al frente, sin volver la vista atrás.
Cuando todo no sale como uno quisiera.
Cuando las penas son mayores que las alegrías.
Cuando nos sentimos impotentes por no poder hacer nada.
Cuando te sientes impotente ante las adversidades de la vida.
Detente, respira hondo,  y calma tu ira…
Busca en lo más interno de tu ser,  siempre la esperanza, la paz que transporta tu espíritu, tu esencia.
Da alegría a los que te quieren, a los que realmente te necesiten en tu entorno.
Disfruta de la ilusión, de la fantasía, de la magia de lo que merece la pena vivir, de las personas nobles de alma,
Nunca nos abandonemos,  ni flaqueemos.
La vida nos enseña, y con ello aprendemos.
La vida está llena de alegrías,  son momentos que tan solo saboreamos una vez, Llenos de satisfacción, se respiran unos minutos de felicidad.
Pero nos queda el recuerdo de algo admirable.
Nunca perdamos la alegría del espíritu,  porque si la perdemos morirá la ilusión, la esperanza, la fe, y con ello enfermaríamos, envejeceríamos, y el cuerpo moriría.

Cuando abandonamos el alma, la carne muere.

Elena Peyrolón

lunes, 26 de agosto de 2013





La vida me enseño…

Que no es oro todo lo que reluce.
Que el que siembra,  recoge.
Que la llave de las puertas,  está en la humildad.
Que el camino,  se hace andando.
Que el  que guarda,  tiene.
Que el que sueña,  vive con ilusión.
Que lo que no consigue uno mismo con su esfuerzo,  no vale nada.
Que el orgullo no sirve más que para destruir a las personas y llegar a la soledad.
Que el amor es igual a la vida. No se recibe,  se da y regresa a uno, sin más.
Que la soledad no existe,  si uno está bien consigo mismo.
Que la esperanza,  es la semilla de la fe.
Que nadie es más que nadie,  estamos de paso.
Que el dinero es una herramienta, la cual utilizo yo, nunca al revés.
Que la vida la entiendo de una manera, se fiel a ti mismo y serás fiel a los demás.
Que la honradez tiene nombre, y se llama dignidad.
Una sonrisa a la vida,  es la moneda que vale.


Elena Peyrolón Moneva.

miércoles, 26 de junio de 2013





Insignificantes somos

El caos aparece cuando menos te lo esperas. Repleto de tornados, huracanes,  y tormentas que nos manejan como trapos.
Amanece un día triste, desaparecen objetos, animales y personas.
Las almas de los que existieron clamaron al cielo.
Relámpagos de inquietante tormenta eléctrica  paralizan e inquietan, turban los sueños.
Con furia pasa el tornado engulléndolo todo, destroza,  de molé, por doquier a su paso, sin dejar rastro de lo que fue o existió.
Descargas eléctricas resuenan con eco,   golpeando, cual brazo de fuego, incendiándolo  todo que ve, todo que toca.
Un día de penumbra tristeza, dolor y furia… ¡no somos nada!, insignificantes, pequeños ante la adversidad.


ELENA PEYROLÓN MONEVA



Con cariño para un compañero que dejo alegría en Intervencionismo a su paso por nuestro trabajo.


Un abrazo Eduardo 

miércoles, 13 de febrero de 2013


Sabrás que te siento

Mil veces a mi lado…
Te Siento…
Sencillamente en un suspiro del viento…
Nubes de terciopelo,  que acarician mis sentidos muy, muy dentro.
Que atraviesa  ventanas  y  muros,  hasta llegar a mis  sentidos más profundos.
 
Sabrás que te siento…
En la mudez de este Amor reposado, colmado de fogosos alientos…
Te siento y anhelo…

Cuando la noche callada,  susurra tu nombre en mi pensamiento…
Y clama tu recuerdo de tus besos… 
Amormío te siento muy,  muy dentro…
¡No me despiertes todavía, que sollozo tus besos,  tu aliento!

Despiértame amormío,  de este dulce sueño y dame el beso que anhelo.
¡Despiértame amormío,  pues me inspiran tus besos...
Tu aliento!.

Elena Peyrolón M.